Carta abierta al inverecundo general Sergio Gutiérrez Sepúlveda
Me dirijo a usted como chileno y con la más grande indignación, vergüenza ajena y repudio que usted pueda imaginar.
Toda vez que en su carta enviada al Canal de TV La Red, manifiesta su malestar por el programa humorístico "Políticamente Incorrecto", usted hace mención de un agravio, denostación e injurias públicas que su honorable institución sufrió al aire.
Debo recordarle que toda comunicación oficial debe usted hacerla por medio del Ministerio de Defensa, que es el conducto regular establecido y no por medio del área de comunicaciones del Ejército.
Además, le recuerdo que por ley de la Republica su institución es NO deliberante y dependiente del poder civil e incluso la acción deliberante contraviene tratados internacionales respecto de la libertad de expresión que están suscritos y vigentes por Chile.
La verdad es que su honorable institución no tiene nada de eso señor, es más, a lo largo de la historia ha violado sistemáticamente los derechos humanos de miles de compatriotas humildes e inocentes, que clamaban por un poco de justicia social y libertad.
Esa misma libertad y justicia a la que usted hace mención en su carta, es la que miles de chilenos no pudieron tener de manos de su propia institución y sin que fuera un acto humorístico, si no la más cruel, injusta, desmedida y aberrante aplicación de la fuerza y el horror por medio torturas, apremios, violaciones de mujeres y hombres incluso usando perros y ratones o usando las armas no para defender el país, si no para asesinar cobardemente a los ciudadanos desarmados.
Sepa usted que las masacres cometidas por el Ejercito sin gloria, son una vergüenza para la mayoría de los chilenos y las medallas y chárratelas que cuelgan de sus pulcros uniformes pagados con nuestro dinero, son galardones vacíos, que se los asignan y entregan entre ustedes mismos, y que para el ciudadano común, no representan ningún valor ni honor alguno.
Personas como usted, con sus valores morales trastocados, de pensamiento amaestrado irreversiblemente por la doctrina y su casi "noble" institución sin gloria, son un oprobio para cualquier país decente del mundo.
Las acciones de ayuda y sacrificio a esta emergencia sanitaria a las que hace referencia, son producto del esfuerzo de miles de soldados conscriptos.
Soldados que seguramente también como probablemente será su caso, deben acudir a su casa "fiscal", o sea, también financiada por todos nosotros, a cortar el pasto, a limpiar su auto particular, a limpiar la fachada de su vivienda, a hacer mandados, trabajar de garzones en sus eventos privados, ir a pagar sus cuentas de servicios básicos, o hacer trabajos sin pago alguno, en una especie de servidumbre uniformada, nada que ver con la instrucción militar que todo soldado espera, en un país desarrollado, culto y en un Ejército decente.
¿Y usted viene a reclamar por la libertad de prensa y el contenido de un programa humorístico? ¡¡Hay que tener las patas bien grandes!!
Le recuerdo algunos de los actos humorísticos de su "honorable" institución:
- Masacre de Lo Cañas, General Orozimbo Barbosa, 82 compatriotas asesinados
- Masacre del «mitin de la carne», General Roberto Silva Renard 250 compatriotas asesinados
- Matanza de Plaza Colón, Regimiento 7º de Línea Esmeralda 300 compatriotas asesinados
- Matanza de la Escuela Santa María de Iquique, Ejército de Chile bajo el mando del General Roberto Silva Renard 3600 compatriotas asesinados
- Asalto e incendio de la sede de la FOM Ejército de Chile 30 compatriotas asesinados
- Masacre de San Gregorio Regimiento 7º de Línea Esmeralda 100 compatriotas asesinados
- Masacre de Marusia, Capitán Gilberto Troncoso, 500 compatriotas asesinados
- Matanza de La Coruña, coronel Acacio Rodríguez 2000 compatriotas asesinados
- Matanza de la población José María Caro, Ejercito de Chile 100 compatriotas asesinados
- Masacre de El Salvador Ejército de Chile, 8 compatriotas asesinados
- Masacre de Cerro Gallo, comandante Hugo Cardemil Ejército de Chile 100 compatriotas asesinados
- Matanza de Corpus Christi, CNI Ejército de Chile 12 compatriotas asesinados
- Y los miles de asesinados, torturados, desaparecidos y ejecutados políticos bajo la Dictadura Cívico Militar de Pinochet de la cual usted fue partícipe, cuyos cuerpos, enterrados en fosas comunes o tirados en helicópteros al mar, amarrados con pedazos de rieles de ferrocarril (muchos de los prisioneros aun vivos), con la intención cobarde de desaparecer los cuerpos para ocultar la evidencia del crimen y no ser juzgados ni condenados por la justicia.
¡Por favor señor, no me pida que no recuerde la historia y mire al futuro y que necesitamos estar unidos cuando los muertos son los nuestros!
Es fácil pensar así desde la mirada del verdugo y del criminal que intenta exculparse de la responsabilidad que le compete.
Incluso hay civiles que, de manera cómplice y egoísta, se adhieren a esta postura sin saber lo que es perder a un
ser querido de manera tan trágica e injusta.
¡Los crímenes de lesa humanidad no prescriben jamás! Y todo chileno decente y patriota, tiene la obligación de
buscar verdad y justicia ante crímenes tan graves.
Ustedes todavía tienen una deuda pendiente con Chile de entregar miles de cuerpos desaparecidos.
Ustedes, no están autorizados a comentar una rutina de humor, y le solicito le diga a su ilustre Comandante en
Jefe, que entregue la información que tienen de los desaparecidos, que los Ex Comandantes en Jefe procesados por la justicia devuelvan los millones de dólares robados y que informe quienes son los oficiales de inteligencia que están tras el espionaje ilegal a civiles y periodistas... después de eso podemos posiblemente hablar de honorabilidad y nobleza.
¡Espero que tenga usted un buen día, si es que se lo merece!
Cordialmente,
Roberto Montoya
Psicoterapeuta Chileno, Especialista en Hipnosis
Defensor de los Derechos Humanos
(No vivo gratis en Europa por que no soy agregado militar de ninguna embajada)
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