DEMOSTRADA CULPABILIDAD DEL EJÉRCITO DE CHILE COMO AUTOR, INDUCTOR Y ENCUBRIDOR
NOTA DE MÁXIMO KINAST: El artículo que copio más abajo deja fuera de toda duda que el Ejército de Chile es culpable del asesinato de su Comandante en Jefe, el General Carlos Prats y de su esposa. Queda igualmente claro que el Ejército de Chile oculta pruebas a la Justicia actuando como encubridor. Por último, en mi opinión, las vidas de los inverecundos Raul Iturriaga (prófugo de la Justicia) y Pedro Espinoza (colaborador arrepentido) están en grave peligro. Las posibilidades de que sean suicidados contra su voluntad, por efectivos del Ejército de Chile, son cada vez mayores.
ESTE ES EL ARTÍCULO:
23 de Junio de 2004
Oficio con seguimientos
Documento aportado por brigadier (r) Espinoza da pista clave en caso Prats
por Héctor Cruzatt
Hace una semana, el ex militar decidió entregar una serie de antecedentes al ministro Alejandro Solís para aclarar su real participación en el asesinato del matrimonio de Carlos Prats y Sofía Cuthbert. Informe era desconocido incluso por su defensa y, según el brigadier, en retiro se mantuvo guardado hasta 2004 en la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE).
La semana pasada, el brigadier en retiro Pedro Espinoza Bravo, recluido en el Penal Militar de Cordillera, pidió ser interrogado por el ministro de fuero Alejandro Solís para entregarle un importante antecedente sobre la participación de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en el homicidio del general en retiro Carlos Prats y su esposa Sofía Curthbert.
Espinoza, condenado a 10 años y un día de cárcel por el secuestro de la militante del MIR Diana Aron Svigilinsky y acusado por el doble homicidio del matrimonio Prats-Cuthbert entregó al magistrado una prueba que podría resultar clave en el proceso y que permaneció, según su versión, oculta hasta 2004 en los archivos de la Dirección Inteligencia del Ejército (DINE).
El documento era un oficio remitido por el entonces capitán Juan Morales Salgado al director de la DINA, Manuel Contreras Sepúlveda, fechado el 26 de junio de 1974, en el que se informan las labores de seguimiento y vigilancia a las actividades del ex comandante en jefe del Ejército en Buenos Aires, y que da cuenta al detalle de la residencia domicilio de Prats, su trabajo, y las amistades que frecuentaba.
Los detalles del documento sorprendieron a las hijas del general Prats y los abogados querellantes Pamela Pereira y Hernán Quezada, ya que además de la detallada cuenta de las actividades del matrimonio Prats-Cuthbert, había un croquis de la calle donde residía el matrimonio en calle Malabia 3359, tercer piso, incluyendo el lugar donde habitualmente el general en retiro estacionaba el auto Fiat 125 que fue hecho volar el 30 de septiembre de 1974 por el agente Michael Townley con una bomba adosada a su carrocería.
El documento revela que Morales Salgado cumplió una misión encomendada por Manuel Contreras para seguir al general Prats y su esposa y que seguramente esa información fue clave para cometer el atentado que costó la vida al ex jefe militar y su esposa.
La autenticidad del documento fue ratificada por Contreras, el coronel en retiro Juan Morales Salgado y el brigadier en retiro Pedro Espinoza Bravo, de acuerdo a la ronda de comprobaciones que realizó el ministro Alejandro Solís.
Además María Angélica Prats pidió al Ejército que de explicaciones a ella y sus hermanas, y al país, por mantener oculto un documento clave para el proceso y que permaneció, según la versión de Espinoza, guardado hasta hace tres años en la Dirección de Inteligencia Nacional (DINE)
“Estamos impactados de ver un documento oficial del gobierno de Chile que da cuenta del seguimiento que se le hizo a mi padre en Buenos Aires, un documento oficial que ha estado en las oficinas del Ejército hasta el año 2004. El Ejército nos debe una explicación porque la justicia argentina y la justicia chilena han solicitado en numerosas oportunidades colaboración y estos estuvo oculto en sus oficinas”.
La abogada Pamela Pereira afirmó que con el documento se entrega una prueba irrefutable que hubo integrantes del Ejército que idearon un plan para asesinar a un ex comandante en jefe de la institución, lo que constituye un hecho gravísimo en la historia militar del país.
Asimismo la profesional advirtió que el Ejército debe responder por la seguridad del brigadier en retiro Espinoza Bravo, ya que con la fuga del general en retiro Raúl Iturriaga Neumann, también acusado en el asesinato del matrimonio Prats-Cuthbert, se está revelando un nueva estrategia de los violadores de derechos humanos de eludir la acción de la justicia. Pereira incluso planteó que hay cierto temor por la seguridad del brigadier Espinoza por la actitud de colaboración que está teniendo con la justicia.
Defensa desconoce documento
El abogado Jorge Balmaceda, que representa al brigadier en retiro Pedro Espinoza Bravo, aseguró que desconoce el documento y que sólo se enteró de su existencia por las revelaciones que le hizo la prensa, luego del procesamiento dictado por el ministro Solís.
Balmaceda afirmó que en el caso que el documento sea auténtico lo utilizará para solicitar que se anule el procesamiento dictado en contra del general en retiro Raúl Iturriaga Neumann, que también representa, ya que inicialmente el jefe del Departamento Exterior de la DINA estaba acusado de realizar los seguimientos al general Carlos Prats.
“Si hay un documento que prueba que otra persona realizó los seguimientos al general Prats es claro que no hay ningún antecedente que ligue al general Iturriaga Neumann con este caso”, dijo el profesional a El Mostrador.cl, quien afirmó que hasta el momento sigue representando a los dos militares en retiro.
Iturriaga Neumann se encuentra prófugo de la justicia desde el pasado 11 de junio, cuando no se presentó a cumplir una condena a cinco años y un día de prisión por el secuestro calificado del mirista Luis Dagoberto San Martín.
El coronel en retiro Morales Salgado participó desde sus inicios en la DINA y fue guardaespaldas de Manuel Contreras Sepúlveda, lo que lo sindica como un oficial de la total confianza del ex jefe del organismo represor. En los días posteriores al golpe militar, participó en la represión en la zona de Constitución al ser parte del Regimiento de Artillería de Linares, por lo que fue procesado por el ministro Solís en 2002
Posteriormente, fue jefe del cuartel Simón Bolívar de la DINA, donde se torturó y asesinó a las diversas directivas del Partido Comunista en 1976, y que fue descubierto recientemente por el ministro Víctor Montiglio Rezzio en las indagaciones del denominado caso Calle Conferencia y además se encuentra involucrado en la muerte del cabo de la DINA Manuel Leyton Robles, posiblemente asesinado con gas sarín en marzo de 1977.
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